Chemalite Inc

A finales de 1990, Bennett Alexander,

un ingeniero químico consultor, solicito y

obtuvo una patente para uno de sus

inventos, el "Chemalite".

Un pequeño y frágil tubo de vidrio con

una sustancia química, se insertaba en un

cilindro de plástico translucido que luego

era llenado con otra sustancia y se sellaba,

Al doblar el cilindro el tubo de vidrio se

rompía, permitiendo que las dos sustancias

químicas se mezclaran. Al combinarse las

dos sustancias emitían un luminoso fulgor

amarillo verdoso.

Alexander pronosticaba un mercado

muy importante para el "Chemalite ". Tenía

el atractivo de estar rápidamente disponible

en caso de emergencia sin necesitar

ninguna clase de encendido. El pronosticó

una demanda considerable por parte de las

fuerzas armadas y los fabricantes de luces

de bengala o equipos de seguridad

similares.

El 2 de enero de 1991, Alexander,

junto con unos amigos y parientes, fundó

Chemalite, Inc., se emitieron 500,000

acciones, de las cuales Alexander recibió

125,000 a cambio de su patente, y el resto

se vendió a los otros inversionistas a un

dólar por acción Durante el período del 2 de

enero de 1991 al 10 de junio del mismo

año, Chemalite, Inc., realizó los siguientes

gastos:

Enero 15. Pagó $7,500 por concepto de

honorarios legales, costos de constitución de

sociedad y gastos de impresión asociados

con la constitución de la compañía.

Junio 15. Gastó $62,500 en la

construcción de la maquinaria que sería

usada para producir los primeros modelos

comerciales del "Chemalite".

Junio 24. Compró $75,000 en plásticos

y sustancias químicas para usarse en la

producción de Chemalites comerciales.

A finales de junio, Alexander, quien

había asumido un rol muy activo en la

administración de Chemalite, Inc., se reunió

con el resto de los accionistas para

presentarles un informe del estado de la

compañía y discutir las estrategias para la

comercialización futura de los "Chemalites"

El estaba esperanzado en que la compañía

comenzaría a producir "Chemalites" a

finales de agosto. Susan Peterson, amiga de

Alexander, quien había invertido una

importante suma en la compañía, indicó en

la junta que ella había recibido solicitudes

por parte de un distribuidor de autopartes

acerca de la disponibilidad de los

Chemalites y su precio esperado. El

distribuidor deseaba comprar una cantidad

importante de luces como parte de una

promoción de seguridad en las carreteras y

estaba interesado en la posibilidad de que se

le fabricara con marca propia.

CHEMALITE, INC.

Caso