Quien Se Ha Llevado Mi Queso?

Johnson, J. ¿Quién se ha llevado mi queso?, recuperado de; http://www.mercadeo.com/archivos/Quien_Queso.pdf , (2011)

Objetivo:

Se leerá el libro ¿Quién se ha llevado mi queso?, del autor, Spencer Johnson, con el fin de que el alumno encuentre el sentido de la lectura, la metáfora del queso, la actitud ante el cambio.

Procedimiento:

• El alumno leerá el libro, ¿Quién se ha llevado mi queso?

• Se elaborará un reporte de dicha lectura en la cual, se expresarán puntos de vista y opiniones.

• Se realizará una conclusión con la que explique su interpretación de lo leído.

Resultados:

En el libro ¿Quién se ha llevado mi queso?, a lo largo de historia aparecen 4 personajes Oli y Corri (los ratones), Kif y kof (los humanos). Este cuento se divide en un prologo y 3 capítulos, donde el queso es la metáfora de lo que cada persona quiere el la vida, ya sea material o espiritual, y el laberinto es la vida, donde se pasa el tiempo buscando lo que se desea.

La reunión, hombres y mujeres que habían ido juntos al instituto se reunieron para

Almorzar, tras haber asistido a un acto oficial en el centro la noche anterior. Querían saber más cosas de la vida, de sus ex compañeros de clase y entablaron una conversación muy interesante, la que abrió Ángela con el comentario "La vida ha seguido una trayectoria muy distinta de la que yo pensaba cuando íbamos al instituto. Han cambiado muchas cosas", empezando con Nathan asintiendo a este comentario y siguiendo con sus demás compañeros, reaccionando ante lo que Ángela había comentado, todos en situaciones muy diferentes se involucraban en muchos cambios pero estos estaban "rechazando el cambio" por miedo, seguido de Michael que comento acerca de un cambio en su empresa que los había dejado a todos sin saber que hacer hasta que le contaron un cuento que cambio su vida, ¿Quién se ha llevado mi queso?

Al principio de la historia aparecen estos 4 personajes, los ratones oli y corri, y los humanos kif y kof, estos vivían en un país lejano y los 4 cada mañana se levantaban y adentraban en el laberinto en búsqueda del queso, el alimento que los hacia felices. Oli y Corri, los ratones, aunque sólo poseían cerebro de roedores, tenían muy buen instinto y buscaban el queso seco y curado que tanto gusta a esos animalitos. Kif y Kof, las personitas, utilizaban un cerebro repleto de creencias para buscar un tipo muy distinto de queso, que ellos creían que los haría ser felices y triunfar. Por distintos que fueran los ratones y las personitas, tenían algo en común: todas las mañanas se ponían su chandal y sus zapatillas deportivas, salían de su casita y se precipitaban corriendo hacia el laberinto en busca de su queso favorito.

Para buscar queso, Oli y Corri, los ratones, utilizaban el sencillo pero eficaz método del tanteo. Recorrían un pasillo, y si estaba vacío, daban media vuelta y recorrían el siguiente. Oli olfateaba el aire con su gran Hocico a fin de averiguar en qué dirección había que ir para encontrar queso, y Corri se abalanzaba hasta allí. Como imaginaréis, se perdían, daban muchas vueltas inútiles y a menudo chocaban contra las paredes. Sin embargo, Kif y Kof, las dos personitas, utilizaban un método distinto que se basaba en su capacidad de pensar y aprender de las experiencias pasadas, aunque a veces sus creencias y emociones los confundían. Con el tiempo, siguiendo cada uno su propio método, todos encontraron lo que habían estado buscando; un día, al final de uno de los pasillos, en la Central Quesera Q, dieron con el tipo de queso que querían. A partir de entonces, los ratones y las personitas se ponían todas las mañanas sus prendas deportivas y se dirigían a la Central Quesera Q. Al poco, aquello se había convertido en una costumbre para todos. Para sentirse más a gusto, Kif y Kof decoraron las paredes con frases e incluso pintaron trozos de queso que los hacían sonreír. Una de las frases decía: "Tener queso hace feliz". Pero cada vez el queso era menos.

Cierta mañana los ratones llegaron al depósito Q y vieron que el queso se había agotado, algo que no les extrañaba, pues habían notado que las reservas de queso iban disminuyendo poco a poco, por lo que confiando en su instinto decidieron ir a buscar más alimento a otra zona del laberinto. Mientras que cuando Kof y Kif llegaron al abastecimiento de queso fue tal su sorpresa al ver que su queso había desaparecido, que se lamentaban, reclamaban quien les habría quitado su preciado queso. Después de varios días Kif y Kof empezaron a pensar