Acceso a Servicios De Salud En Peru

SITUACIÓN DE SALUD Y EL ACCESO A SERVICIOS

Y SEGUROS DE SALUD EN EL PERÚ

Si algo caracteriza la problemática de salud del Perú es que hay una desproporción entre el enorme volumen de los problemas de salud y la débil respuesta institucional a dichos problemas. Hay así en el Perú una gran carga de morbimortalidad y sin embargo no existe un sistema de seguridad universal en salud.

En la medida en que de todas maneras el volumen de problemas de salud debe ser afrontado por alguien en la sociedad, quienes asumen el peso central de la respuesta a los problemas de salud - que el Estado y el mercado sólo asumen parcialmente - son las familias y en particular las mujeres, a las que el sistema global les ha asignado la función de "enfermeras domésticas". Por eso en el Perú se afirma que el sistema de salud no llegó nunca a configurarse conforme al modelo del Estado Benefactor y quedó inconclusa la construcción de un sistema de protección social en salud. Esto quiere decir que, pese a las necesidades de salud, no todas ella se pueden convertirse en demanda atendida, en razón de las dificultades para el acceso a servicios y seguros de salud.

Por ejemplo, cuando se trata de poblaciones de campesinos, pequeños productores cafetaleros y trabajadores de los servicios de salud, podemos afirmar que en los tres casos esta asimetría entre los problemas sanitarios que los aquejan y las soluciones sanitarias al alcance de ellos es bastante grande. En el caso de la población rural, ella lleva la peor parte y son la franja más excluida del acceso a la salud en el Perú, siguiéndole los pequeños productores cafetaleros. Lo paradójico del caso de los trabajadores de salud es que, pese a laborar en los servicios de salud, no gozan tampoco de buena salud, pero ya no en razón de falta de acceso a los servicios sino de sus bajos ingresos. En los tres casos la situación sanitaria de la mujer está por detrás de la de los varones.

CONDICIONANTES SOCIALES DE LA SALUD EN EL PERÚ: EL MODELO DE (DES)PROTECCIÓN SOCIAL.

En realidad la salud, entendida en sentido amplio y no sólo como ausencia de enfermedad, es expresión de la calidad de vida de un pueblo. Según la moderna concepción del desarrollo de Sen, éste es sinónimo de ampliación de la libertad . Según esto, el desarrollo implica la eliminación de las fuentes de privación de la libertad: la pobreza, las dictaduras, las privaciones sociales sistemáticas y el abandono de los servicios públicos, pues ellas estrechan el abanico de oportunidades y por tanto no permiten a las personas ser actores libres, "agentes" dice Sen, en el sentido de personas que actúan para logros en función de sus objetivos y valores.

Esto quiere decir que el desarrollo, la calidad de vida y la salud de las personas depende de los encuentros y desencuentros entre las oportunidades y las capacidades. Las teorías deterministas plantean que el desarrollo depende sólo o principalmente de las oportunidades que genera el crecimiento económico. Para unos estas oportunidades son generadas por el mercado, para otros por las estructuras económicas; en ambos casos la sociedad se desarrolla casi por si misma, por encima de los sujetos del desarrollo.

En el otro extremo, las teorías voluntaristas del desarrollo colocan el mayor peso en las capacidades de los individuos o acción de los actores. Su versión más difundida hoy es la teoría del capital humano, formulada originalmente por Theodore Schultz para el cual la inversión en la educación es el ducto para el desarrollo, suponiendo que la distribución de las capacidades es el principal asignador de recursos en la sociedad. La realidad desmiente este supuesto, si bien ratifica la importancia de la inversión en capital humano para el desarrollo.

Traducido esto al campo de la salud quiere decir que la salud de las personas tiene que ver con los condicionantes y determinantes sociales de la salud y con el tipo de respuesta de la sociedad a los problemas sociales y de salud. Muchos estudiosos han operacionalizado ya cuáles son los factores centrales que influyen en el "régimen de bienestar" o modelo de protección social de cada sociedad , concluyendo que son tres:

a) la situación del empleo y los ingresos;

b) el volumen del gasto social, esto es, la parte del presupuesto público destinado a los sectores sociales; y

c) el nivel de desempeño de las políticas y programas sociales.

De estos tres factores los dos primeros – empleo y gasto social - están muy asociados al devenir de la economía y el último – las políticas y programas sociales – sí con los Ministerios de las áreas de